jueves, 10 de julio de 2014

El espacio de las mujeres en los diccionarios II

No nos contentemos con un sólo punto de vista, miremos desde diversos ángulos, busquemos la información, contrastemos con la realidad, seamos personas críticas. 

Cuando está dicho lo que pensamos y sentimos, no es necesario repetirse y repetir lo que otras dicen. Así que en este artículo sólo pretendo recopilar algunos enlaces y citar algunas frases representativas -sin comentarios míos y a continuación del enlace correspondiente- sobre el debate que ha surgido últimamente alrededor del sexismo en el lenguaje y las guías de uso no sexista del lenguaje.

Informe "Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer", por Ignacio del Bosque:

"Cabe pensar que los responsables o los impulsores [de algunas de las guías de uso no sexista del lenguaje] entienden que no corresponde a los lingüistas determinar si los usos verbales de los hispanohablantes son o no sexistas. Aunque se analizan en ellas no pocos aspectos del léxico, la morfología o la sintaxis, sus autores parecen entender que las decisiones sobre todas estas cuestiones deben tomarse sin la intervención de los profesionales del lenguaje, de forma que el criterio para decidir si existe o no sexismo lingüístico será la conciencia social de las mujeres o, simplemente, de los ciudadanos contrarios a la discriminación".

"En ciertos casos, las propuestas de las guías de lenguaje no sexista conculcan aspectos gramaticales o léxicos firmemente asentados en nuestro sistema lingüístico, o bien anulan distinciones y matices que deberían explicar en sus clases de Lengua los profesores de Enseñanza Media, lo que introduce en cierta manera un conflicto de competencias".

"RAE: mucho más que un informe":

"Una cosa es no cargar el uso de la lengua con desdoblamientos continuados y otra muy distinta suprimirlos del lenguaje"

"Lo importante de estas guías [de uso no sexista del lenguaje], con sus errores y vacilaciones, es que contribuyeron a llamar la atención sobre las asimetrías sociales que se construyen también con el lenguaje y que han abierto camino hacia un uso más normalizado del femenino"

"Parece que la academia no es capaz de reconocer ni un solo síntoma de invisibilidad de las mujeres en el lenguaje y ha decretado el fin de cualquier avance en este terreno".

"Y, ¿qué aportaría María Moliner al debate sobre el sexismo? Un artículo de Inmaculada de la Fuente:


"Si el informe ha desatado el debate no es tanto por lo que dice como por lo que calla. Y por lo que sugiere y hace evocar"

"Obvia el informe el tradicional papel de la RAE como institución que ha revisado y definido la lengua desde una visión reduccionista y exclusivamente masculina durante siglos; una visión inevitablemente sesgada y pretendidamente universal que englobaba –y se apropiaba- del pensar de las mismas mujeres que dejaba al margen"

"Lo propio de la RAE es la norma, y por tanto, no se puede negar su función pedagógica respecto a los excesos de unas Guías o de un lenguaje políticamente correcto que tal vez hayan pretendido subsanar de golpe desigualdades seculares. Un papel que la RAE tendría que haber asumido en vez de limitarse a criticarlo o incluso a ironizar sobre su polémico empeño o su escaso éxito"


"A estas alturas queda claro que nuestra lengua distingue entre sexo y género, y que desde un punto de vista puramente gramatical no existe problema en utilizar el plural masculino cuando se escribe de hombres y mujeres; como tampoco es un desdoro utilizar modista, futbolista o periodista para denominar indistintamente a hombres y mujeres que ejercen tal dedicación. Pero hay cuestiones de más calado que subyacen en esta corrección gramatical y que sin embargo, no se abordan" 

"Se hace más hincapié en la normativa que en el papel transformador de la lengua [...] no tiene mucho sentido convertir la gramática en dogma y descartar que el estado de cosas actual pueda evolucionar en otra dirección"

"¿Qué haría María Moliner si pudiera tener voz en este debate? No tiene sentido hablar en su nombre, pero su Diccionario, publicado entre 1966-1967, nos da algunas pistas. Resulta reconfortante comprobar cómo la autora, sin planteamientos feministas de por medio, pero dueña de una claridad mental privilegiada, es capaz de definir de nueva planta definiciones completamente anquilosadas"

"El principal problema de las últimas modificaciones [del diccionario de la RAE] es su incoherencia: se eliminan voces vejatorias o anacrónicas, pero se introducen palabras y acepciones nuevas referidas a la ropa o a la apariencia física e igualmente sexistas. Y se mantienen viejos tópicos sobre lo femenino (“débil, endeble”) y lo varonil (“esforzado, valeroso, firme”)"

"Más que destacar lo que no sirve, deberían dedicar su empeño a abordar de una vez todo lo que falta".

"El lenguaje, marca de identidad humana" un artículo de Pilar Careaga.

"La historia nos demuestra que siempre que un movimiento social avanza en sus reivindicaciones y consolida apoyos intelectuales y sociales, se desata una reacción directamente proporcional de las fuerzas reactivas porque ven amenazados sus privilegios".

"Eso es lo que se reprocha al DRAE, que sancione voces como overbooking, free-lance o cameraman frente a los castizos sobreventa, autónomo/a, cámara, que recoja toda la serie maruja, marujear, marujeo, marujil, y que todavía no haya incorporado la acepción de género como “construcción que atribuye a cada sexo características sociales y culturales".

"El hombre universal, el llamado genérico masculino, no es un concepto lingüístico sino cultural patriarcal, que subsume la categoría mujer en la categoría hombre quitándola sus rasgos específicos de ser humano-mujer. Y a esto hay que buscarle solución: las mujeres no pueden construir su identidad si tienen que mirarse en el espejo de un varón; los varones se están construyendo mal porque solo se ven a ellos mismos en el universo".

"Puede que muchas recomendaciones no le gusten a la RAE, pero si respetan la estructura idiomática no pasa nada; eso sí, la comunidad hablante, que en definitiva es quien consagra los términos, rechazará aquello que le resulte complicado, innecesario y ajeno. Quizá algunas propuestas no sean muy felices, pero tampoco lo son usos que recoge el DRAE –como los reseñados más arriba– y incluso contrarios a su propia gramática".

Finalmente, podéis leer también los diversos artículos que he escrito en este blog alrededor del tema sexismo y lenguaje; en particular el de Espacios de las mujeres en los diccionarios: silencios y presencias, en el que podréis encontrar ejemplos claros y un par de enlaces a informes sobre la última versión del diccionario de la RAE, así como un apunte sobre la diferencia entre el concepto de género a nivel de gramática y a nivel social, y las confusiones que ello conlleva.

Elijamos cómo queremos pasar por la vida: compartiendo nuestro camino, cruzándonos con otros que ensanchen el nuestro... o sembrando de abrojos, desde nuestro elevado punto de vista, los caminos ajenos.

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