A todas las personas que queréis saber y tomar partido
a todas las que decidís no esconder la cabeza bajo el ala
a todas las que queréis crecer en corazón y espíritu y vivir en un mundo solidario y compartido
a todas las que lucháis contra el fatalismo y creéis que es posible un cambio personal y social
a todas las que no queréis quedaros en vuestra burbuja personal donde “nunca pasa nada”...
Y también a todas las que no queréis saber
a las que no queréis respirar por si duele.
A mí me duele más quedarme callada.
Ya estaréis conociendo (no precisamente por la televisión valenciana, ni por el periódico ABC, ni por La Razón, ni por La Gaceta, no; no por estos medios de desinformación y calumniadores) lo que está pasando en las calles de la ciudad de Valencia, donde se están vistiendo las paredes y el asfalto de sangre y sorpresa, las caras de indignación y espanto que no se arredra ante bestias de piel azul y pelo de roca negra; donde los gritos de jóvenes están siendo una espada de vergüenza para aquellas personas que ni tienen presencia ni palabras.
Por eso quiero daros otra información que no se ve pero se siente, que es un gusano que serpentea por las tuberías del poder absolutista valenciano, gusano que invade los edificios de la Administración Educativa, gusano que no grita, que no se muestra, pero que va agujereando los cimientos de la democracia. Ese gusano venenoso está persiguiendo y calumniando a profesionales de la educación que se atreven a decir su palabra, a profesionales de la educación que disienten del poder violento y mentiroso que los dirige, y que expresan su disensión de una forma pacífica pero son amenazados por ello.
En particular hablo de la persecución que están sufriendo la directiva y profesorado del IES Luis Vives de Valencia por parte de diversos periódicos y, lo que es peor, por parte de los responsables de la Administración Educativa.
En la tarde de ayer lunes 20 de febrero, la policía y manifestantes (no alumnado del Vives sino estudiantes de todas partes, no sólo bachilleres sino universitarios, padres y madres, profesorado de todas partes, personas que espontáneamente se sumaban a la protesta...) bloquearon las entradas del instituto Luis Vives de Valencia, con unos 160 alumnos en su interior, que querían salir porque habían acabado sus clases, además del profesorado y otro personal trabajador del centro. La policía seguía a alguna persona que intentaba entrar al centro (a estudiar o a trabajar) y le impedía la entrada, con un tono de desprecio y prepotente, y, entre otras, con estas hermosas y amables palabras: “¡oiga señora, circule!... ¿Ya está aquí otra vez? ¡Le he dicho que circule, coño!
Dentro del edificio del Vives, el profesorado trataba de mantener en calma a chavales y chavalas (algunos muy pequeños/as) que habían acabado sus clases y querían irse a su casa, y no podían salir porque era un peligro la marea humana y de porras y cascos (que de humanos no sé lo que tienen) que bloqueaba la puerta.
Hubo ataques de ansiedad graves y un verdadero trabajo de cuidado humano por parte de profesoras y profesores del instituto. Sí, esos profesores y profesoras que, según dice el diario ABC, instigan movimientos antisistema y violentos (yo les doy la bienvenida a movimientos antisistema, movimientos contra el falso sistema democrático que tenemos, contra el sistema del consumismo y materialismo y productivismo atroz y sangrante, contra el sistema que pone en su centro el capital y el poder económico en lugar de centrarse en las personas; y la mayoría de personas que quieren cambiar esto, lo quieren cambiar por un camino de paz, y no de porras). Pero el problema que presento no es ahora si hay protesta o no hay protesta, si manifestación o no, sino el problema de una persecución contra profesionales de la educación.
En el edificio del Vives ayer tarde -siguiendo con la historia- se estuvo debatiendo entre directiva y profesorado si se daban o no las clases del horario nocturno, y se decidió seguir con ellas. Así que se informó a la policía de ello y se les pidió que dejaran entrar a las personas que se identificaran como alumnas o profesoras del centro.
Sobre las 7 de la tarde, fuera del instituto empezó a tranquilizarse el ambiente y consiguieron entrar también al edificio personas diversas de grupos políticos. Cerca de las 7: 40 de la noche, cambiaron los planes sobre las clases, dado que de repente el instituto se encontró envuelto por contenedores en llamas. Se pensó entonces que era peligroso mantener a la gente dentro en esas condiciones y el profesorado decidió evacuar el edificio. Pensaron que la mejor salida, la menos peligrosa para la integridad física de los alumnos y alumnas, era una puerta que da a la calle San Pablo; así, por la puerta de la capilla del edificio, que da a esta calle, salieron a gatas y a oscuras, una detrás de otra, las personas alumnas del centro que habían estado encerradas toda la tarde contra sus deseos y necesidades.
También es bueno saber que los institutos de Valencia están llenos de pancartas de protesta contra la política educativa del gobierno, y que sólo se acusa de instigación a la manifestación y sólo se le piden cuentas al profesorado del Vives (a ese instituto delante del cual la gente ha decidido protestar, a raíz de una simple reunión pacífica de su alumnado, que hacía saber su disconformidad con las deficiencias que sufre el instituto). ¿No os habéis parado a pensar por qué se persigue a estos? ¿Cuáles son las razones ocultas? ¿No será que hay personas que al absolutismo le resultan incómodas y peligrosas? ¿No será que es fácil dar un castigo ejemplar a alguien, sea quien sea, para que el terror se apodere de esa parte de nuestra sociedad miedosa y aborregada (con todo mi respeto por estos animalitos... ya les dedicaré un cuento positivo) y agachemos la cabeza y sigamos las órdenes de nuestros Gusanos Dioses?
Que quede bien claro que hay periódicos y responsables de la AdministraciónEducativa que están difundiendo mentiras (y desde el grupo de padres y madres del alumnado del Vives se está planteando la posibilidad de una querella por difamación).
Añado una nota de prensa del profesorado del Vives.
A las profesoras y profesores del IES Luis Vives, encabezadas por su directora, les envío un abrazo grande y con muchos ánimos, por su trabajo y por el cuidado y la afectividad que han demostrado a su alumnado. Que no lo dejen, que no tiren la toalla, que sigan guiando en su proceso educativo a esos alumnos y alumnas que allí acuden, no sólo para aprender conocimientos intelectuales, sino para desarrollar un espíritu crítico contra las injusticias que nos quieren obligar a tragar como jarabe dulzón y acaramelado contra el pensamiento divergente y crítico.
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